La cuarentena obligatoria impuesta en el país a fines de marzo imprimió un duro golpe a la industria petrolera nacional al desplomar el consumo interno en un momento en el que en el mundo también sobraba petróleo. Las operadoras colmaron los depósitos del país, e incluso los de los buques alquilados, en una crisis que abrió la puerta a la senda exportadora que hizo que desde marzo sean más de 18 millones los barriles de petróleo argentino que se exportaron.
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