Eduard van der Nüll, el arquitecto de elite de mediados del siglo XIX, fue contratado para embellecer aún más a Viena. En 1858 se abrió un concurso para construir el edifico de la ópera de su ciudad. Y lo ganó: el proyecto se convirtió en la razón de su vida.
Su fama recorrió el mundo y tenía una vida de lujos y honores. Pero a los vieneses no les gustó el edificio. Tampoco al emperador. Y todo terminó en tragedia.
¿Qué le pasó al gran Eduard van der Nüll? Escuchalo en la historia que trae Carlos Manzoni
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