Apareció como la clara jefa política del gobierno. Definió las líneas en distintas áreas. Vació de contenido la visita de Guzmán al FMI, al afirmar que no podemos pagar. De esta forma fue desautorizado por ella. Ella considera conveniente un discurso de hostilidad como estrategia electoral.
Al mismo tiempo adhirió al régimen de Maduro al abandonar el grupo de Lima, que brega por el regreso de la democracia en Venezuela. Además se atribuyó el mérito de conseguir vacunas de Rusia y de China, aunque no lleguen en las cantidades que se necesitan. De este modo la figura de Alberto Fernández se ha desdibujado aún más.
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