Llegó de Corea con 12 años, en plena dictadura. Vivió como inmigrante ilegal sin saber el idioma ni conocer la cultura, en Fuerte Apache, y Raúl Alfonsín lo salvó de que fuera deportado con su familia. Creó una empresa y se fundió. Creó otra empresa que estuvo a punto de quebrar otras tres veces, pero sobrevivió. Hoy le da empleo a 180 personas y quiere ir a los Estados Unidos a competir con los famosos termos Stanley. Esta es la historia de Dante Choi: el arte de perderlo todo y volver a empezar: