El procurador de Salta, Pedro García Castiela, denunció una conspiración narco para matarlo y una escalada del crimen organizado en el norte de la provincia de Salta, límite con Bolivia, país productor de cocaína.  La denuncia es de un plan conspirativo desde las cárceles para asesinarlo. Información de inteligencia criminal reveló que existiría un acuerdo entre grupos criminales para tal fin. ¿Qué pasa en Salta? Hay una compleja red de organizaciones narcocriminales que acrecientan su poder e influencia, desde las cárceles donde están encerrados los líderes el Coya Rojas, Delfín Castedo y al Gringo Palavecino. Todo esto sucede con complicidad de la justicia, el servicio penitenciario y la política.  Al mismo tiempo, nuevas bandas buscan asentarse en el territorio, una cuestión que alienta las “mexicaneadas”, el robo de cargamentos entre bandas, secuestros y el sicariato. Escuchá la columna semanal de Cecilia Di Lodovico en El lunes puede esperar