La semana pasada, las retenciones volvieron a ocupar el centro del debate político y económico. Esto se debió a que el Gobierno decidió fijarlas en 0 % para granos y carne, aunque en el caso de los granos había un límite: la medida se extendería hasta fines de octubre o hasta alcanzar los 7 mil millones de dólares en declaraciones juradas de exportación. Ese cupo se completó en no más de tres días.

En esta edición de El lunes puede esperar, Lorena Rodríguez conversó con Pablo Adreani, analista y consultor en mercados granarios, quien explicó las claves detrás de lo sucedido y las implicancias de esta decisión que generó malestar entre los productores agropecuarios

Según el especialista, la medida surgió como reacción a la presión cambiaria: «El viernes anterior, con el riesgo país en 1500 puntos y los dólares alternativos superando los $1510, el Banco Central tuvo que vender 1100 millones en tres días para frenar una corrida. Fue entonces cuando al Gobierno se le ocurrió la idea de las retenciones 0 hasta octubre o hasta llegar a los 7 mil millones».

Andreani se mostró sorprendido por la velocidad con que se agotó el cupo, aunque remarcó que detrás hubo una negociación directa entre el Ejecutivo y las empresas exportadoras: «No hay dudas de que hubo un acuerdo para que declaren en dos días los 7 mil millones de dólares. El domingo se reunieron los exportadores con el equipo económico y el lunes a la mañana hicieron el anuncio».

El contexto internacional también jugó su papel. El especialista señaló que hubo presiones desde Estados Unidos, donde la Sociedad Americana de la Soja cuestionó la medida. Sin embargo, desmintió que esto afectara a los productores del norte de ese país: «China ya había decidido no comprarles desde octubre de 2024. La medida tuvo más un efecto político que económico».

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