En un mercado laboral atravesado por la automatización y la adopción acelerada de nuevas tecnologías, la Inteligencia Artificial se volvió un punto de inflexión para trabajadores y empresas. Un reciente estudio de Randstad reveló un dato contundente: 1 de cada 2 trabajadores argentinos considera que es “muy importante” que su empresa los capacite en el uso de IA, pero la gran mayoría aún no recibió ningún tipo de formación.

 

La brecha entre la expectativa y la realidad es evidente. Mientras el 48 % de los trabajadores en Argentina valora la capacitación en herramientas de IA, solo el 5 % afirma haber recibido entrenamiento por parte de su organización. En Chile, ese número asciende al 14 %, lo que sugiere un ecosistema empresarial más activo en la incorporación de estas habilidades.

 

Para entender dónde estamos parados, cuál es la percepción de los trabajadores y cómo se están moviendo las compañías frente a este escenario; En El lunes puede esperar conversamos con Alejandro Servide, Director de Randstad Professional, Digital & Enterprise para Argentina y Chile.

 

En diálogo con Lorena Rodríguez, Servide destacó: “Cada uno de nosotros sabe que con IA podemos agilizar tareas repetitivas. Por otro lado están las necesidades de la compañía de poder utilizar esa herramienta artificial para acompañar y mejorar la productividad y la eficiencia”. Sin embargo, advirtió: “No existe aún la herramienta en la que las compañías puedan delegar al 100 %, siempre está supervisada por un profesional”.

 

Las habilidades blandas también juegan un papel clave en este nuevo escenario. “Las compañías te piden que tengas curiosidad y que seas un trabajador al que le interese mejorar a través de la IA. Entran las habilidades de poder capacitarme y poder desaprender rápidamente”. Aunque la familiaridad con la tecnología no es un requisito excluyente, Servide remarcó que sí suma en los procesos de selección.

 

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