La Ministra de Seguridad decidió tener bajo su órbita el Servicio Penitenciario Federal para complementar su política de seguridad. Bullrich recibió un servicio penitenciario que funcionaba como home office para los jefes de organizaciones criminales, Los Monos, Alvarado y compañía. Quien tomara le determinación de cortar con ese call center iba a sufrir las consecuencias en la calle. Así, vemos disminuir homicidios y balaceras en Rosario, pero permanece una amenaza narco contra “inocentes”. Por otro lado, Bullrich hereda los reclamos de jurisdicciones como la Ciudad de Buenos Aires y Santa Fe que tienen en sus calabozos presos “federales”. Ya hablamos de las fugas y el hacinamiento en las comisarias de la Ciudad, relacionado a la falta de plazas en el SPF.  El tema que generó resquemores entre la gestión de Jorge Macri y el gobierno nacional. Mientras Ciudad sigue esperando cupos en Federal, anunció la instalación de “módulos de detención” dentro del predio de diferentes comisarías. Y además, avanzan en acuerdos con la Justicia para enviar a detenidos a domiciliaria con tobilleras electrónicas. Escuchá la columna de Cecilia Di Lodovico acá