LOS INDICIOS CONTRA EL CAMIONERO DEL CASO MARÍA CASH Y UN FALLO MUY CELEBRADO EN SANTA FE; POR CECILIA DI LODOVICO
En su columna semanal en El lunes puede esperar, la periodista especializada en temas de seguridad y policiales informó acerca de dos casos que causaron mucho revuelo en la semana.
Por un lado, las novedades en el caso de María Cash: El camionero Héctor Romero con prisión preventiva por homicidio calificado por alevosía.
El 14 de julio un testigo dijo que vio a María haciendo dedo en la rotonda de Torzalito y que subió a un camión Mercedes Benz con la leyenda Catita. Así se lo ubicó al camionero acusado del asesinato. Se registraron declaraciones contradictorias por parte del camionero.
Por otro lado, Cecilia informó acerca del caso Nocelli en Santa Fe
La Corte Suprema de Justicia de Santa Fe anuló la pena a 25 años de prisión de Luciano Nocelli por haber matado a balazos a una pareja de delincuentes en mayo de 2019 (Jimena Gramajo y Adrián Rosasco) en la zona sur de Rosario. El policía había sido condenado por un tribunal por homicidio agravado (dos hechos) por el uso de arma de fuego y ese falló fue ratificado por la cámara.
Los jueces (Rafael Gutiérrez, Roberto Falistocco, María Angélica Gastaldi, Eduardo Spuler y Mario Netri) declararon procedente un recurso de inconstitucionalidad presentado por la defensa del policía y dispuso la remisión del caso al tribunal para que dicte una nueva sentencia.
Pullaro celebró el fallo de la corte debido a que consideraba que no se trataba de una condena justa.
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SEGURIDAD: EL PRESUPUESTO, LAS TOMAS Y LA PUERTA DEL NARCOTRÁFICO ABIERTA; POR CECILIA DI LODOVICO
En materia de Seguridad, el Gobierno tiene tres objetivos bien definidos:
-Marcar de cerca a las organizaciones sociales y al Polo Obrero, a quienes arrinconaron con una investigación judicial por la repartición de recursos
-Evitar un estallido social con medidas estratégicas de control y prevención, como los protocolos antipiquetes y Bloqueos
-Retomar el control en las cárceles, dominadas por los líderes de organizaciones narcoriminales, y vigilar las fronteras
Ahora bien, para lograr ser efectivos en estos tres puntos lo que necesita si o si el Ministerio de Seguridad es conseguir mayor presupuesto.Este detalle explica la vehemencia de Patricia Bullrich en el Congreso en miras al Presupuesto 2025
La ministra que ya había sufrido un duro revés cuando la Cámara de Diputados rechazó el DNU que aumentó los fondos de la SIDE, se cruzó fuerte con Leopoldo Morou. El debate después continuó con una denuncia en la Justicia federal y chicanas de Bullrich en Twitter.
En fin, también esta semana Bullrich hizo referencia a las tomas universitarias, habló de grupos que querían organizar revueltas con bombas molotov y muertos. También hizo referencia al “modelo chileno” por los disturbios protagonizado por estudiantes de ese país en 2022, que duraron un mes y se trasladó a las calles
Ese escenario es el único en el que podrían intervenir en el conflictos las fuerzas federales, pero es un escenario que, si bien se puso sobre la mesa con el veto del de Milei a la ley de financiamiento universitario, nadie lo ve posible.
Mientras todo esto sucede y Bullrich pelea sus batallas, en Salta la Justicia Federal juzga a tres hombres por un crimen sicario de la narco mafia argentina: el de Darío Monges, un operador político que trabajaba, a la vez, para un capo de la cocaína.
Este juicio, que pasa por debajo del radar mediático, revela un dato inquietante: Salta, la puerta de entrada de la cocaína en la Argentina, estuvo abierta durante muchos años y que sus actores operaban con total impunidad, de la mano de la complicidad política, judicial y de las fuerzas de seguridad.
Cabe preguntarse, entonces, si esa puerta, con la reciente detención de un juez de garantías y el pedido de un jury a otro magistrado, hoy continúa abierta.
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ANESTESIADOS ANTE LAS MUERTES POR INSEGURIDAD EN EL CONURBANO; POR CECILIA DI LODOVICO
Todos conocemos los mecanismos de defensa de los que habla la psicología. Y parece que no nos damos cuenta que estamos aplicando uno de ellos como escudo ante la inseguridad cotidiana, principalmente, en el conurbano.
¿Qué quiero decir? Ninguna muerte nos impacta.
Escuchamos la noticia, tal vez, soltamos un “qué barbaridad” y seguimos en lo nuestro como si nada. Los nombres de los muertos, mientras tanto, se van acumulando y olvidando.
Convivimos con la idea de que estos homicidios son parte de lo cotidiano.
Y la fuerza de lo cotidiano le puede más a la nostalgia de cuando éramos chicos y podíamos jugar en la vereda sin temer a los balazos.
Las balas de la inseguridad mataron esta semana a un nene de 10 años en Bernal.
Se llamaba Thomas Hidalgo Alarcón y jugaba en la vereda de su casa cuando un plomo le atravesó el pecho.
En este caso no hubo un robo, sino que fue una persecusión entre delincuentes de bandas enimistadas. Dos a bordo de una moto, y otros dos, a bordo de otra. Los autores del crimen fueron detenidos pero Thomas no está más.
Como no está más Manuel Lopez Ledesma, el repartidor de 30 años que fue asesinado en Tres de Febrero por motochorros.
Su papá, Osvaldo, impulsa una la iniciativa junto al abogado Matías Morla de colocar crespones negros en los sitios donde hubo un asesinato para visibilizar a las víctimas de la inseguridad.
Es decir, mostrar eso que no queremos ver
Como no queremos ver que el Gobierno de la Ciudad pidió a los policías que residen en el conurbano que utilicen chalecos antibalas para la ida y la vuelta a sus casas, cuando van a trabajar.
Aunque puede ser una medida para señalar al gobierno vecino. Es alarmante porque a ellos, a los que nos cuidan, también los están matando.
Quizás lo más grave de la situación de inseguridad que respiramos a diario es que la gran cantidad de casos tiene un efecto anestesiante que nos impide reaccionar
¿Qué se necesita? Una política de seguridad profunda y a largo plazo coordinada entre el gobierno nacional, provincial y local, para volver a vivir en una sociedad sin miedo a una muerte a la vuelta de la esquina. Una idea que, a esta altura, parece una utopía
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