EUGENIO SEMINO: «LA MITAD DE LOS EMPLEOS DEL AÑO PASADO FUERON TOMADOS POR JUBILADOS»
En Argentina, envejecer se volvió un desafío cada vez más duro. La jubilación mínima pierde poder de compra, los bonos quedaron congelados, la canasta del jubilado sube por encima de la inflación y el acceso a la salud se vuelve más complejo. En este contexto, millones de adultos mayores dependen de un sistema previsional que arrastra problemas estructurales desde hace décadas.
Para entender qué está pasando hoy, cómo viven realmente los jubilados y qué puede esperarse hacia adelante, en El lunes puede esperar conversamos con Eugenio Semino, Defensor de la Tercera Edad y una de las voces más escuchadas en materia previsional.
En diálogo con Lorena Rodríguez, Semino fue contundente:
“No es solo el rezago respecto del IPC. Los cinco millones de jubilados y pensionados de la mínima vienen perdiendo mes a mes porque el bono está congelado en 70 mil pesos desde marzo de 2024”. Según explicó, esa pérdida erosiona de manera acumulada los ingresos: “La pérdida de 2024 fue de 13 puntos. Este año debe haber sido similar. Uno dice ‘no es tanto’, pero hay que entender que ya perdieron todo”.
El panorama para quienes cobran la mínima es crítico. “Los casi seis millones de jubilados próximos al haber mínimo ya están sometidos al infraconsumo. Hacen peripecias para subsistir”, describió Semino.
La situación se expresa en tres frentes simultáneos:
- alimentario,
- sanitario,
- habitacional
Uno de los datos más alarmantes es el rol inesperado que los adultos mayores ocuparon en el mercado laboral reciente: “La mitad de los empleos del 2024 fueron tomados por jubilados. Esto muestra que el problema ya no es un problema de ‘los viejos’, sino de toda la sociedad”, señaló.
El fenómeno genera tensiones adicionales: “Al no generarse nuevos empleos, los jubilados le quitan la posibilidad a los jóvenes. Y para el empleador, el jubilado es barato”.
Semino planteó que están apareciendo problemáticas que no existían décadas atrás. “Hace cuarenta años que hago gerontología y nunca había visto esto. La persona mayor era la que religiosamente pagaba todo a fin de mes. Prefería no comer antes que tener deudas. Hoy el jubilado no puede mantener el inmueble”, dijo.
En materia de salud, el deterioro es igual de severo:
“Hace años venimos denunciando que la persona mayor no puede consumir los medicamentos conforme la prescripción médica. Se deja la medicación de enfermedades asintomáticas. Y en muchos casos, el primer síntoma es el último”.
Sobre el clima político, Semino fue tajante: “Todos los políticos se echan la culpa entre sí. No hay ninguna expresión del sistema político para entrar en un camino de mejoras”.
Consultado sobre la discusión de una reforma previsional, el especialista marcó que se perdió la perspectiva integral:
“Se hablaba de tres reformas: fiscal, previsional y laboral. Hace un tiempo quedó solo la discusión fiscal y laboral. Pero cualquier reforma es hacia el futuro y no va a resolver los problemas de ahora”. Para Semino, tratar la reforma previsional por separado es un error técnico y político: “Es un grotesco discutirla sin vincularla a lo fiscal y lo laboral, que son los sectores de donde proviene el estancamiento previsional”.
El Defensor recordó que los grandes debates internacionales del siglo XXI están atravesados por dos fenómenos.
- La longevidad: la expectativa de vida crece y la pirámide poblacional envejece a gran velocidad.
- La irrupción de la inteligencia artificial, que transforma modelos productivos y formas de empleo.
En ese marco, la Argentina sigue atrasada:
“Lo que llamamos previsión social es en realidad un sistema de programas por edad. Cuando llegás a los 65 años, el Gobierno de turno te da algo que no tiene que ver ni con tu historia laboral ni con tus necesidades”.
Sobre el final, Semino llamó a la reflexión:
“Tenemos que comprender que este es un problema de toda la sociedad y es muy serio. Generan una iatrogenia tal del sistema que cada vez es más difícil recomponerlo”.
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