A partir del caso de la boxeadora argelina Imane Khelif, quien se encuentra en medio de una controversia en torno al género en el deporte después de que su rival, la italiana Angela Carini, se retirara de su combate en los Juegos Olímpicos de París al cabo de apenas 46 segundos, se cuestionó la legitimidad de su victoria.


La Dra., Natalia Meo Guzmán, es especialista en Endocrinología y metabolismo y miembro del departamento de Salud transgénero y diversidad sexual de la Sociedad Argentina de Endocrinología y Metabolismo. En una entrevista con Lorena Maciel en Futuro Imperfecto, por Radio con Vos, estableció las diferencias entre transexualidad e intersexualidad y cómo este caso expuso discursos transfóbicos y homofóbicos en base a la desinformación.


“Este caso se prestó a confusión tremendamente. Cuando hablamos de transgénero es cuando hablamos de una discordancia con la identidad de género con el sexo asignado al nacer”, explicó la Dra, Meo Guzmán. En este sentido, diferenció la condición de Imane Khelif como una paciente que “nació biológicamente como mujer cisgénero con niveles altos de testosterona”.


Consultada sobre si los niveles altos de testosterona se traducen en una ventaja competitiva, la especialista explicó que en el caso de la boxeadora argelina su condición no es descalificante ya que “ella no se autoadministró anabólicos para competir, sino que es una chica que tiene niveles un poco más elevados de testosterona”.


Uno de los ejes de la discusión en torno a esta controversia se basó en la capacidad de fuerza de la boxeadora argelina por sobre su competidora. “Es muy apresurado decir que, por tener niveles más altos de testosterona tenés más fuerza porque el tejido no es igualmente funcional aparentemente”, aclaró.