LA DOCTRINA BULLRICH Y LA NUEVA MINISTRA ALEJANDRA MONTEOLIVA; POR CECILIA DI LODOVICO

LA DOCTRINA BULLRICH Y LA NUEVA MINISTRA ALEJANDRA MONTEOLIVA; POR CECILIA DI LODOVICO

La intención de Patricia Bullrich, tras su salida del Ministerio de Seguridad, era dejar su impronta en la cartera bajo lo que ella y su tropa denominan “la doctrina Bullrich”, y que la elegida para continuar ese legado fuera la persona que tuvo el control operativo de las fuerzas de seguridad durante su gestión: Alejandra Monteoliva. Mientras Bullrich posaba para la foto de los Personajes del Año de la revista Gente, entre streamers y figuras históricas de la televisión, Monteoliva ya ocupaba su lugar en el amplio despacho de Gelly y Obes, sede del Ministerio. Aunque Bullrich no se fue del todo: ella y su equipo de comunicación siguen teniendo el control, una especie de mando a distancia. Habrá que ver si la ahora senadora y su grupo de leales no se desbordan con ambas tareas simultáneas. La sombra del doble comando, en todo caso, parece no ser una amenaza en este caso porque está bastante claro quién comanda. Pero si bien es difícil seguirle el ritmo a Bullrich en una sola tarea, me pregunto si estar detrás del Ministerio y pelear las luchas de Milei en el Congreso al mismo tiempo no será demasiado incluso para su particular histrionismo. Por su lado, Monteoliva —que se convirtió en la mano derecha de Bullrich en esta etapa— se dedica a la seguridad desde 1995, es decir, hace 30 años. Egresó de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales y vivió 19 años en Colombia, donde trabajó para la Policía Nacional de ese país. Su currículum tiene otro punto destacado: se especializó en la gestión de políticas de seguridad y trabajó en la mayor parte de los países de América Latina y el Caribe a través del BID, la CAF y otras organizaciones multilaterales. La ahora referente de La Libertad Avanza la definió con tres palabras: resultados, coraje y honestidad. Fue funcionaria, entre 2012 y 2013, en el Ministerio de Seguridad de Córdoba y acompañó a Bullrich en su primera gestión, entre 2015 y 2019, cuando ocupó el cargo de Directora Nacional de Operaciones de Seguridad. Entre 2020 y 2024 estuvo a cargo de operaciones de seguridad como asesora en Naciones Unidas para el Programa Mundial de Alimentos, con destino en Centroamérica. Monteoliva, que parece estar muy preparada para la función, le ganó la pulseada a otros candidatos más políticos que sonaban, pero que en realidad tenían pocas chances frente al terremoto Bullrich. Escuchá la columna de Cecilia Di Lodovico acá
BULLRICH, EL ALFIL DE MILEI PARA APLACAR LA INFLUENCIA DE VILLARRUEL EN EL CONGRESO; POR CECILIA DI LDOVICO

BULLRICH, EL ALFIL DE MILEI PARA APLACAR LA INFLUENCIA DE VILLARRUEL EN EL CONGRESO; POR CECILIA DI LDOVICO

Le quedan pocas semanas a Patricia Bullrich en el Ministerio de Seguridad antes de embarcarse en una nueva aventura: el Senado.

Ya hablamos un poco de cómo deja Bullrich la cartera: con pocos recursos para investigar al crimen organizado y con policías disconformes con sus salarios. El conurbano bonaerense, por mal que le pese a muchos, arde con crímenes diarios ligados al narcotráfico.

Un paréntesis: esta semana Rodrigo Rodríguez dejó su cargo en la Superintendencia de Drogas de la bonaerense. Pidió el retiro voluntario, por haber alcanzado los años de servicio. Linda forma de desplazarlo, ¿no? Ya era hora del cambio: los narcos tomaron el control que antes tenía la Policía, y la situación se desborda en barrios de Lomas de Zamora, Ezeiza, Moreno, Morón, San Martín y La Matanza.

Volviendo a Bullrich: ¿es su responsabilidad que la seguridad en la Argentina camine sobre un terreno tan resbaladizo? También le recortaron presupuesto, y mucho no podía hacer. Aunque varios miran con suspicacia la declaración de emergencia económica que le permitió realizar compras sin licitaciones.

Su incursión en Rosario, por el momento, se muestra exitosa. Y se dio el gusto de crear la DFI, el nombre con el que quiso reemplazar a la PFA. ¿No notaron que para el Ministerio todos los operativos los hace la DFI? Bullrich perdió la pelea en el despacho del jefe de la Policía, pero no dejó de dar pelea en lo discursivo.

Ese espíritu combativo ahora se traslada al recinto controlado por Victoria Villarruel, la archirrival del líder de La Libertad Avanza. Linda pieza de ajedrez movió Milei en la Cámara Alta.

Todos suponen que Bullrich le hará la vida imposible a Villarruel —o al menos lo intentará—. Milei le da un lugar que Macri nunca le dio, y ella ya avisó que va a dejar todo como jefa de la bancada oficialista.

Escuchá la columna de Cecilia Di Lodovico completa acá

¿CÓMO LLEGA BULLRICH A OCTUBRE Y CÓMO DEJA EL MINISTERIO?; POR CECILIA DI LODOVICO

¿CÓMO LLEGA BULLRICH A OCTUBRE Y CÓMO DEJA EL MINISTERIO?; POR CECILIA DI LODOVICO

Septiembre dejó un aplazo electoral para el Gobierno, pero en la política argentina nunca hay tiempo para el aburrimiento. Octubre aparece como una nueva arena donde todo puede cambiar. En este escenario, los vaivenes de un electorado más preocupado por llegar a fin de mes que por las peleas partidarias, abren una oportunidad a Javier Milei y a su tropa.

En esa disputa aparece Patricia Bullrich como figura central. Desde que asumió en el Ministerio de Seguridad persiguió ese objetivo, aunque en las últimas semanas acumuló traspiés. El más resonante fue cuando negó haber pedido allanamientos a periodistas por los audios de Karina Milei, pese a que los abogados de la cartera habían avanzado en ese sentido. También se quebró en una entrevista al recordar el caso Maldonado, mostrándose por primera vez sin la vitalidad y firmeza que suelen acompañar su imagen. La foto de la mesa política en Casa Rosada la mostró con la cabeza gacha y un aire de agotamiento.

La gestión tampoco deja números alentadores. Los policías siguen descontentos con sus salarios y cada vez cuesta más convencerlos de reprimir jubilados o manifestaciones frente al Congreso. Los jueces federales advierten que casi no hay investigaciones relevantes contra el narcotráfico y el crimen organizado, pese a que Bullrich levantó esa bandera en sus dos mandatos. No se registran grandes incautaciones en las fronteras ni avionetas narco interceptadas.

El hito institucional fue la creación de la Dirección Federal de Investigaciones (DFI), un supuesto “FBI argentino” dentro de la PFA. Sin embargo, en la práctica se trata de una estructura vacía: los operativos siguen a cargo de las mismas divisiones policiales. Más grave aún, la DFI nació junto a la declaración de la emergencia económica en el ministerio, lo que le permitió a Bullrich comprar sin licitaciones, un detalle que despierta suspicacias.

De cara al futuro, nada parece torcer el camino de Bullrich hacia una banca en el Senado. Suena como posible reemplazo su segunda al mando, Alejandra Monte Oliva, aunque la decisión final quedará en manos del Presidente. En el ministerio repiten que lo fundamental es sostener la llamada “doctrina Bullrich”: el protocolo antipiquetes que funciona como blindaje político frente a las protestas sociales.

Lejos de su despacho, Bullrich ya juega en otra liga, pero no deja de mirar de reojo a un Ministerio que fue su plataforma de poder.

Escuchá la columna de Cecilia Di Lodovico acá