CONSEGUIR TRABAJO A LOS CINCUENTA AÑOS; POR ANDRÉS HATUM
Hatum arrancó la columna con una escena que lo dejó “espantado”: la jura de los nuevos representantes en el Congreso. Un grotesco inesperado —describió— protagonizado por dirigentes que, lejos de honrar el rol institucional, convirtieron un acto republicano en un show gratuito.
Entre dedicatorias delirantes “a Cristina presa”, o referencias a Venezuela y Palestina, Hatum planteó una preocupación de fondo: estamos votando personas que no tienen capacidad para discutir leyes ni políticas de Estado. Según su mirada, la falta de formación cívica y académica de algunos legisladores degrada el nivel del debate público. “El mundo cada vez es más complejo y nosotros votamos cada vez más burros”, lanzó, cuestionando incluso que haya dirigentes que se enorgullezcan de no tener estudios.
Ese desorden institucional le sirvió como punto de partida para ir hacia otro tema que, para él, sintetiza un fenómeno más profundo: qué pasa con aquellos que salen de la función pública y tienen que volver al mercado laboral.
Es el caso de María Eugenia Vidal, que después de su paso por la gestión decidió salir a buscar trabajo como cualquier profesional. Para Hatum, su ejemplo refleja una problemática extendida: en un país donde el sector privado no crece hace más de 14 años, encontrar empleo después de los cincuenta es un desafío enorme, incluso para quienes tienen experiencia, formación y trayectoria.
El analista sostuvo que la Argentina necesita una reforma laboral que incentive la contratación y reduzca el temor a los juicios laborales: “Una empresa no puede sentir que está comprando un juicio cada vez que toma a alguien”. A eso sumó la necesidad de una reforma previsional que contemple una vida laboral más larga, en línea con lo que ocurre en el mundo.
Hatum insistió en que, en un contexto de cambios tecnológicos y mercados cada vez más competitivos, la clave para seguir empleable es la capacidad de aprender y desaprender, de tener cintura, adaptabilidad y actualización constante.
El caso Vidal, entonces, no fue solo anecdótico: para Hatum es la radiografía de un país donde el mérito convive con la incertidumbre, y donde a los cincuenta —con o sin pasado en la política— conseguir trabajo continúa siendo un desafío.
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