¿CÓMO LLEGA BULLRICH A OCTUBRE Y CÓMO DEJA EL MINISTERIO?; POR CECILIA DI LODOVICO

¿CÓMO LLEGA BULLRICH A OCTUBRE Y CÓMO DEJA EL MINISTERIO?; POR CECILIA DI LODOVICO

Septiembre dejó un aplazo electoral para el Gobierno, pero en la política argentina nunca hay tiempo para el aburrimiento. Octubre aparece como una nueva arena donde todo puede cambiar. En este escenario, los vaivenes de un electorado más preocupado por llegar a fin de mes que por las peleas partidarias, abren una oportunidad a Javier Milei y a su tropa.

En esa disputa aparece Patricia Bullrich como figura central. Desde que asumió en el Ministerio de Seguridad persiguió ese objetivo, aunque en las últimas semanas acumuló traspiés. El más resonante fue cuando negó haber pedido allanamientos a periodistas por los audios de Karina Milei, pese a que los abogados de la cartera habían avanzado en ese sentido. También se quebró en una entrevista al recordar el caso Maldonado, mostrándose por primera vez sin la vitalidad y firmeza que suelen acompañar su imagen. La foto de la mesa política en Casa Rosada la mostró con la cabeza gacha y un aire de agotamiento.

La gestión tampoco deja números alentadores. Los policías siguen descontentos con sus salarios y cada vez cuesta más convencerlos de reprimir jubilados o manifestaciones frente al Congreso. Los jueces federales advierten que casi no hay investigaciones relevantes contra el narcotráfico y el crimen organizado, pese a que Bullrich levantó esa bandera en sus dos mandatos. No se registran grandes incautaciones en las fronteras ni avionetas narco interceptadas.

El hito institucional fue la creación de la Dirección Federal de Investigaciones (DFI), un supuesto “FBI argentino” dentro de la PFA. Sin embargo, en la práctica se trata de una estructura vacía: los operativos siguen a cargo de las mismas divisiones policiales. Más grave aún, la DFI nació junto a la declaración de la emergencia económica en el ministerio, lo que le permitió a Bullrich comprar sin licitaciones, un detalle que despierta suspicacias.

De cara al futuro, nada parece torcer el camino de Bullrich hacia una banca en el Senado. Suena como posible reemplazo su segunda al mando, Alejandra Monte Oliva, aunque la decisión final quedará en manos del Presidente. En el ministerio repiten que lo fundamental es sostener la llamada “doctrina Bullrich”: el protocolo antipiquetes que funciona como blindaje político frente a las protestas sociales.

Lejos de su despacho, Bullrich ya juega en otra liga, pero no deja de mirar de reojo a un Ministerio que fue su plataforma de poder.

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EL INOPORTUNO DESPIDO DE 24 POLICÍAS Y EL OPORTUNISMO DE LA LIBERTAD AVANZA; POR CECILIA DI LODOVICO

EL INOPORTUNO DESPIDO DE 24 POLICÍAS Y EL OPORTUNISMO DE LA LIBERTAD AVANZA; POR CECILIA DI LODOVICO

Inoportuno.
En política, hay un factor que puede marcar la diferencia entre una victoria y una derrota: el tiempo.
Manejar los tiempos con inteligencia puede desactivar una bomba… o hacerla estallar.

Esto lo supo bien Cristina Kirchner, que se postuló como candidata en las elecciones legislativas de septiembre, justo antes de que la Corte Suprema confirmara su condena. Hoy cumple prisión domiciliaria con tobillera electrónica.
Esa habilidad para jugar con el calendario parece haber desaparecido en el gobierno bonaerense, que firmó el desplazamiento de 24 policías acusados de organizarse políticamente en favor de Maximiliano Bondarenko, ex policía y flamante candidato de La Libertad Avanza. Un completo desconocido hasta entonces para la mayoría de la opinión pública.

¿Se puede ser más inoportuno?

Con una sola firma, la administración de Axel Kicillof le regaló a la oposición el mejor spot de campaña.
La tropa de Patricia Bullrich se enteró por los diarios y, con la velocidad de tiburones que huelen sangre, saltaron sobre el tema. Lograron victimizar no solo a los policías expulsados, sino también al propio Bondarenko, que incluso se quebró en vivo. Esa imagen fue la frutilla del postre.

Pocos se detienen a preguntarse si, en efecto, la delegación completa de la Superintendencia de la Policía Ecológica —donde prestaban funciones los acusados— hacía espionaje o militancia partidaria con recursos provinciales para beneficiar a La Libertad Avanza. O si Bondarenko preparaba un complot.
La discusión ya se corrió de eje.

Se puede decir que al equipo de Kicillof no solo le salió el tiro por la culata, sino que además se disparó en el pie.
Hay una investigación judicial y otra administrativa en curso. Es probable que, eventualmente, los agentes terminen fuera de la fuerza. Pero otra vez, el factor tiempo juega en contra del oficialismo y a favor de la oposición: La Libertad Avanza ya planea poner abogados a cada uno de los policías para embarrar la cancha y estirar la causa por años.

Todo esto ocurre mientras otra polémica envuelve al kirchnerismo: la propuesta del senador Oscar Parrilli de prohibirles a los policías el uso del baño del Congreso. Una idea tan innecesaria como inoportuna, que le dio letra a la oposición durante días y volvió a mostrar al oficialismo corriendo detrás de la agenda.

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BULLRICH, CON LA FE DE LOS CONVERSOS; POR REYNALDO SIETECASE

BULLRICH, CON LA FE DE LOS CONVERSOS; POR REYNALDO SIETECASE

En su programa A que darle bolaReynaldo Sietecase compartió su mirada sobre la caótica sesión en el Congreso que terminó con la pelea entre Bullrich y Villarroel.

La relación entre el presidente y la vice está totalmente rota. Villarroel salió a defender la sesión donde tuvo estas derrotas el Gobierno, apoyándose en lo institucional. La indicada para salir a cruzar a la vicepresidenta fue Patricia Bullrich», explicó.

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SEGURIDAD FRENTE AL DESAFÍO DE LA PRISIÓN DE CFK; POR CECILIA DI LODOVICO

SEGURIDAD FRENTE AL DESAFÍO DE LA PRISIÓN DE CFK; POR CECILIA DI LODOVICO

Esta semana estuvo signada por el bombazo de la prisión CFK, que finalmente será domiciliaria. CFK, dos veces presidenta, una vice y una indiscutida protagonista de la política argentina, ahora de la oposición, con un intento de homicidio a cuestas, no será nada fácil de custodiar.

La novedad también generó pequeños estallidos, movilizaciones y cortes en diferentes accesos a la capital federal, por ahora, el protocolo antipiquetes queda a un lado para evitar un mal mayor.

No será de extrañar que los sectores cirstinistas más férreos intenten algún tipo de golpe de efecto violento como el ataque al edificio de TN y canal 13. Los panfletos que sobrevolaron en la puerta de Paseo Alcorta con una amenaza en relación al encierro de Cristina en la sede de PFA en Cavia, es otro ejemplo que, esperemos, quede en espuma.

Tapado por CKF quedó otro hecho preocupante: la muerte de Thiago Correa, el nene de 7 años baleado por un policía federal que se defendía de un robo. También mató a un ladrón con los 11 tiros que disparó de su arma reglamentaria.
El policía, Facundo Fajardo, recibió el respaldo de Bullrich y el caso puso sobre la mesa, una vez, más, la inseguridad en el conurbano.

Fajardo, cuando fue abordado por los 4 ladrones, estaba con su mamá a la parada de colectivos en Ciudad Evita. Según transmitieron sus compañeros, la mujer lo solía acompañar por miedo a los robos en la zona.

En cambio Thiago, iba en hombros de su papá, contento y en camino a la casa de su mamá con quien nunca puedo encontrarse.

¿Debería ser encarcelado el policía? ¿Debería estar en su casa?

Son preguntas que deja el caso sobre el mesa y que deberán ser discutidas no solo por la política si no también por la sociedad.

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