El director de CP Consultora, advirtió que el núcleo de la discusión no pasa solo por cambios técnicos en la legislación, sino por una redefinición profunda de las relaciones laborales en la Argentina.
“Hay tres ejes que recorren la negociación de la reforma laboral”, explicó Pastrana. El primero, y a su entender el más relevante, es el intento de debilitar la negociación colectiva. “Lo que está detrás de la reforma laboral y de muchas de las propuestas de los artículos que se proponen es debilitar la negociación colectiva y tratar de que la negociación salarial sea individual entre el empleado y la empresa”, sostuvo en diálogo con Ariel Cohen y Victoria Terzaghi en Cosechas y Negocios, por Radio con Vos.
Según el economista, la experiencia concreta del mercado de trabajo muestra que el corrimiento desde acuerdos sectoriales hacia negociaciones individuales no es neutral. “Cuando vos debilitás lo sectorial y vas a nivel individual, lo que ocurre es una destrucción de ingreso”, afirmó. La razón, explicó, está vinculada a las asimetrías de poder entre los trabajadores.
Pastrana detalló que los salarios más altos y los perfiles con mayor capital humano son los que cuentan con mejores herramientas para negociar en forma individual. “Una persona de 45 o 50 años tiene muchas más capacidades de defenderse que un joven. Una persona más calificada tiene más capacidad de defenderse que alguien que es fácilmente reemplazable. Alguien que está en una empresa durante 10 años tiene más capacidad de defenderse que un pibe que acaba de entrar hace tres meses”, enumeró. En ese escenario, advirtió, el resultado más probable es un aumento de la desigualdad laboral.
El segundo y tercer eje que identificó el director de CP Consultora están vinculados al impulso de una mayor flexibilidad y a un aumento de la rotación laboral. En este punto, Pastrana fue categórico al señalar que la historia reciente del país no respalda la idea de que esos cambios generen mejores resultados. “La flexibilidad y la alta rotación laboral en Argentina no estuvieron asociadas a momentos de floración del mercado de trabajo”, remarcó.
“Cuando vos aumentás la rotación laboral sin un esquema de protección social muy fuerte, como seguros de desempleo extendidos y con montos elevados, lo que ocurre es que la persona despedida sale inmediatamente a buscar cualquier empleo porque no puede quedarse mucho tiempo sin ingresos”, señaló.
Para Pastrana, estas características estructurales hacen que muchas de las virtudes que promete la reforma laboral sean difíciles de materializar. “En las condiciones de elevada informalidad que tiene la Argentina, esas propuestas tienen grandes problemas para traer los beneficios que se anuncian”, sostuvo.
En conclusión, el economista cuestionó la idea de que una reforma laboral, por sí sola, pueda resolver los problemas de empleo. “La reforma laboral, ni por izquierda ni por derecha, genera empleo. No genera empleo registrado”, afirmó. Y agregó que, sin una macroeconomía estable y en crecimiento, los cambios en la legislación laboral tienen un alcance limitado. “Si la macroeconomía no responde, difícilmente una reforma laboral pueda solucionar problemas que están más vinculados al crecimiento y a la estabilidad macroeconómica, que este esquema económico por ahora no pudo resolver”.
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