GERMÁN MARTÍNEZ: «EL PRESIDENTE DE LA NACIÓN TIENE QUE DEJAR DE COMPORTARSE COMO UN NENE CAPRICHOSO»

GERMÁN MARTÍNEZ: «EL PRESIDENTE DE LA NACIÓN TIENE QUE DEJAR DE COMPORTARSE COMO UN NENE CAPRICHOSO»

La discusión por el Presupuesto nacional avanzó en Diputados con la aprobación en general del proyecto, aunque sin el capítulo 11, uno de los puntos más controvertidos del debate. Pese a los rumores que circularon en las últimas horas, el presidente Javier Milei aseguró en una entrevista que no vetará la ley si finalmente es aprobada por el Senado. Desde la oposición, Unión por la Patria mantiene fuertes cuestionamientos al contenido del texto y al rumbo fiscal que propone el Gobierno.

 En esta edición de Gambito de Datos  conversamos con Germán Martínez, diputado nacional de Unión por la Patria y jefe del bloque en la Cámara baja, uno de los protagonistas centrales del debate parlamentario por el Presupuesto.

 En diálogo con Hernán Cappiello Ariel Cohen, Martínez describió la semana de discusión por el presupuesto como una experiencia “agridulce”. Si bien destacó el esfuerzo de la oposición para frenar el capítulo 11 —que incluía la derogación de la Ley de Emergencia en Discapacidad, recortes al financiamiento universitario, cambios en el régimen de zona fría y la pérdida de la automaticidad de las asignaciones familiares—, advirtió que el proyecto obtuvo media sanción y ya cuenta con dictamen en el Senado para ser tratado el próximo viernes 26.

 “El capítulo 11 era realmente muy negativo y logramos rechazarlo, pero lo cierto es que el Presupuesto avanzó”, señaló. En ese marco, recordó que desde septiembre su espacio viene sosteniendo la necesidad de que la Argentina cuente con una ley de Presupuesto, especialmente luego de dos años sin esa herramienta durante la gestión de Milei. Sin embargo, aclaró: “Tenemos una mirada crítica y propositiva. Es por esto que presentamos un dictamen alternativo con cerca de 40 puntos”.

 Entre las principales objeciones, Martínez mencionó los intentos de vaciamiento de partidas clave vinculadas a la educación técnica y universitaria, la ciencia y la tecnología, y el Fondo Nacional de la Defensa. También cuestionó la ausencia de mecanismos de redistribución de recursos hacia las provincias, tanto por la vía del impuesto a los combustibles líquidos como a través de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), y la falta de un esquema de financiamiento para las cajas jubilatorias de las 13 provincias que no fueron transferidas.

 Respecto del tratamiento en la Cámara alta, el diputado remarcó el rol del Senado como cámara revisora y anticipó un escenario abierto: “No sé si el Presupuesto va a ser aprobado sin cambios. No sé en qué posición van a estar algunos diputados que tienen vinculación con La Libertad Avanza”. En ese sentido, valoró que el debate democrático permita poner sobre la mesa distintas miradas sobre la realidad económica del país y reclamó que cada postura esté acompañada por fundamentos y propuestas.

 Martínez también se refirió a la reacción del Presidente tras el rechazo de algunos artículos clave. Recordó los rumores sobre un posible veto al propio Presupuesto y comparó esa actitud con lo ocurrido durante el tratamiento de la Ley Bases. “El Presidente de la Nación tiene que dejar de comportarse como un nene caprichoso. Tiene que poner cabeza fría: los problemas de la Argentina son muy grandes como para una lógica de todo o nada”, afirmó.

 En relación con el vínculo entre el Gobierno y los gobernadores, el jefe del bloque de UxP puso en duda la solidez de los acuerdos políticos anunciados. Señaló que, más allá de las recorridas y gestiones de Diego Santilli, los recursos no llegaron a las provincias y cuestionó el uso discrecional de los ATN: “En la última semana y media se gastaron 65 mil millones de pesos en transferencias escandalosas”.

 Según Martínez, ese manejo deterioró la confianza entre el Ejecutivo y los bloques legislativos, incluso dentro del PRO. “A Santilli no le creía nadie. Tiene la palabra muy devaluada y ni siquiera logró convencer cuando se intentó garantizar fondos para la Ciudad de Buenos Aires dentro del capítulo 11”, sostuvo.

 

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GUSTAVO MARANGONI: «MILEI ENTENDIÓ QUE BAJAR LA INFLACIÓN ERA UN OBJETIVO POLÍTICO, NO ECONÓMICO»

GUSTAVO MARANGONI: «MILEI ENTENDIÓ QUE BAJAR LA INFLACIÓN ERA UN OBJETIVO POLÍTICO, NO ECONÓMICO»

En el último programa del año, en Puerta Uno  realizamos un balance político de fin de año, atravesado por un escenario de reconfiguración del poder, tensiones económicas persistentes y un sistema político cada vez más binario.

 Para ese análisis, Astrid Pikielny y Luis Cortina convocaron a Gustavo Marangoni, politólogo y director de la consultora M&R Asociados, quien propuso una lectura del año y compartió su mirada sobre el Gobierno, la oposición y el sistema político en su conjunto.

 Marangoni apeló a una metáfora futbolera para describir el recorrido del Gobierno durante 2025. “Si el año hubiese sido un partido, tuvo dos tiempos. El primero duró diez meses y el segundo dos”, explicó. Siguiendo su análisis, en ese primer tramo el oficialismo tuvo “el arco asediado”, sin capacidad de avanzar con leyes en el Congreso y acumulando derrotas parlamentarias. En cambio, tras la victoria electoral, en el segundo tiempo el Ejecutivo recuperó la iniciativa: “Ahora es el Gobierno el que ataca el arco rival, con más eficacia que antes, pero sin toda la suerte a su favor”.

 En ese sentido, mencionó la media sanción del Presupuesto en Diputados como un logro político relevante, aunque incompleto. A pesar de negociaciones, concesiones y transferencias discrecionales de ATN, señaló que el oficialismo no logró avanzar en temas sensibles, lo que evidencia límites en su capacidad de construcción de consensos.

 Marangoni destacó además el respaldo internacional como un factor clave para estabilizar al Gobierno luego de un traspié político. “Después del gol que le hizo la oposición en la elección de la Provincia de Buenos Aires, apareció Messi jugando para el otro equipo, en la figura de la administración norteamericana”, graficó. Ese apoyo explícito de Estados Unidos, sostuvo, fue determinante para “dar vuelta el partido” y calmar a unos mercados que se mostraban escépticos respecto de la viabilidad del rumbo económico.

 De cara al cierre de 2025 y el inicio de 2026, el politólogo marcó una diferencia clara entre el plano político y el económico. “En términos políticos el Gobierno termina mejor, pero en términos económicos la agenda va a seguir siendo delicada”, advirtió. Como ejemplo, mencionó el cambio en las bandas cambiarias anunciado por el Ejecutivo, luego de haberlo negado apenas días antes: “La realidad te va obligando a tomar decisiones que no querías. A veces la necesidad te obliga. Son muchas herejías las que cometen los gobiernos”.

 Al analizar a la oposición, Marangoni sostuvo que “el peronismo está mal, pero no tan mal”. Está debilitado por la falta de ideas, de autocrítica y por dirigentes “con demasiadas cicatrices”, pero conserva una ventaja central: “Tiene la patente de ser la oposición”. En un escenario donde Milei genera altos niveles de rechazo, el peronismo sigue funcionando como referencia para quienes se oponen al Gobierno, aunque eso no garantice una candidatura competitiva ni un liderazgo unificado en 2027.

 En esa línea, señaló el desgaste del kirchnerismo fuera del Área Metropolitana de Buenos Aires y advirtió que, para cualquier alternativa opositora, “probablemente convenga no ser kirchnerista, pero tampoco ser anti”. Según Marangoni, las elecciones volvieron a confirmar que las terceras vías carecen de fuerza real: “Se puede ser moderado, pero dentro de alguno de los dos polos. No como una autonomía”.

El analista también se refirió al impacto del liderazgo de Javier Milei sobre el sistema político tradicional. El jefe es Milei, y la suerte del PRO ya está rifada”, afirmó. «En un contexto binario, remarcó, no hay margen para terceras vías».

 Sobre el plano ideológico, Marangoni sostuvo que hoy pesa más la identidad justicialista que la identidad peronista tradicional y llamó a disputar el concepto de justicia social. “El Gobierno dice que la justicia social es un robo y esa provocación no tiene respuesta en términos intelectuales”, señaló, y planteó que el desafío del peronismo es resignificarla con categorías del siglo XXI.

 Finalmente, trazó una mirada histórica para relativizar la novedad del fenómeno Milei. Si bien reconoció su carácter disruptivo, su estética y su lenguaje, afirmó que el programa económico no es nuevo. “La historia no se repite, pero rima”, dijo, y recordó que la política oscila desde hace siglos entre momentos en los que el Estado es visto como solución y otros en los que es considerado el problema.

 A modo de cierre, Marangoni fue contundente en su diagnóstico sobre el liderazgo presidencial: “La capacidad política de Milei es muy superior a su capacidad económica. El político superó al economista”. Entendió que la baja de la inflación fue concebida como un objetivo político central y que ese logro dejó al peronismo aún más “perchado” a un régimen de alta inflación, asociado a una imagen de ineficacia. “Comprender a Milei no es justificarlo —concluyó—, es el paso indispensable para construir una alternativa superadora”.

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RAÚL TIMERMAN: «SI NO HAY UNA RECUPERACIÓN DEL CONSUMO, EL GOBIERNO VA A ENTRAR EN UN SERIO DECLIVE»

RAÚL TIMERMAN: «SI NO HAY UNA RECUPERACIÓN DEL CONSUMO, EL GOBIERNO VA A ENTRAR EN UN SERIO DECLIVE»

En un jueves marcado por la alta temperatura de la agenda política, en una nueva edición de El que calla otorga convocamos a Raúl Timerman, analista y consultor político, director de La Sastrería, para analizar el momento del Gobierno, el estado de la oposición y los escenarios que empiezan a configurarse rumbo a 2027.

 Con un oficialismo que, tras las elecciones del 26 de octubre, exhibe solidez política y capacidad de iniciativa, pero que encuentra límites en el Congreso —como quedó expuesto en la fallida aprobación del Capítulo 11 del Presupuesto—, la conversación giró en torno a los puntos de fortaleza y fragilidad del Gobierno de Javier Milei.

En diálogo con Marcelo Veneranda, Timerman sostuvo que el Gobierno atraviesa actualmente una etapa de fortaleza, aunque recordó que durante el último año atravesó tres momentos de desgaste significativo. El primero, en septiembre del año pasado, tras el doble veto a la movilidad jubilatoria y al financiamiento universitario; el segundo, en febrero, con el impacto del caso Libra, percibido socialmente como un hecho de corrupción; y el tercero, en julio, cuando se profundizó el conflicto con el Congreso por los vetos, sumado a la difusión de audios que aceleraron el declive político del oficialismo.

Según explicó, ese proceso se revirtió a partir del respaldo explícito de Estados Unidos, materializado en el apoyo de Scott Bessent y de Donald Trump, lo que permitió recomponer expectativas entre los votantes afines al Gobierno.

Timerman también se refirió a la estrategia oficialista en el Congreso y al uso del conflicto como herramienta política. A su entender, la inclusión de ciertas derogaciones en el debate presupuestario no respondió a una lógica económica, sino ideológica: “El Gobierno se siente cómodo en el conflicto”, sintetizó.

Al analizar a la oposición, el consultor fue crítico con la falta de una alternativa electoral atractiva. Señaló que la conformación de Fuerza Patria en la provincia de Buenos Aires no logró una verdadera unidad política y que la candidatura nacional careció de peso territorial y capacidad de seducción. En esa dirección, también remarcó que muchos intendentes priorizaron la disputa local para conservar poder en sus distritos, pero luego relegando la estrategia nacional.

El punto de mayor alerta para el oficialismo, advirtió, está en el frente económico y social. “Si no hay una recuperación del consumo, el Gobierno va a entrar en un serio declive”, afirmó. En ese sentido, enumeró la pérdida de puestos de trabajo, el cierre de comercios e industrias y la falta de impacto del ingreso de inversiones en sectores como energía y minería, que no generan empleo masivo ni reactivan el mercado interno.

Finalmente, Timerman analizó los movimientos dentro del peronismo y subrayó la importancia política de la visita de Axel Kicillof a Formosa y sus acuerdos con Gildo Insfrán, interpretados como una señal de reordenamiento interno. Según planteó, Kicillof busca primero consolidar su liderazgo dentro del peronismo y luego ampliar el espacio hacia otros gobernadores, entendiendo que “con el peronismo solo no alcanza”.

De cara al futuro, anticipó que 2026 será un año eminentemente político, en el que comenzarán a perfilarse con mayor claridad los actores que competirán en 2027.

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MARIANO SARDANS: «LA VUELTA DE ARGENTINA AL CRÉDITO INTERNACIONAL LE DA LA TRANQUILIDAD AL MERCADO DE QUE EL PAÍS PUEDE ROLLEAR DEUDA»

MARIANO SARDANS: «LA VUELTA DE ARGENTINA AL CRÉDITO INTERNACIONAL LE DA LA TRANQUILIDAD AL MERCADO DE QUE EL PAÍS PUEDE ROLLEAR DEUDA»

Después de casi ocho años fuera de los mercados internacionales, Argentina volvió a emitir deuda en dólares. La operación permitió captar mil millones de dólares a través del Bonar 2029N, un título a cuatro años que vencerá bajo la gestión del próximo gobierno. Si bien se trata de una colocación acotada en volumen, el regreso al financiamiento externo reabrió el debate sobre la sostenibilidad de la deuda, el riesgo país y las condiciones necesarias para normalizar la relación del país con los mercados.

Para analizar qué implica esta primera emisión, qué señales lee el mercado y cuáles son los desafíos que se abren hacia adelante, en El lunes puede esperar conversamos con Mariano Sardans, CEO de la gerenciadora de patrimonios FDI.

En diálogo con Lorena Rodríguez, Sardans explicó que el principal valor de esta operación no está tanto en el monto obtenido sino en el mensaje que envía. “La vuelta de Argentina al crédito internacional le da tranquilidad al mercado y a los inversores que tienen —o quisieran tener— bonos argentinos de que el país puede rolear su deuda”, afirmó. En ese sentido, remarcó que el rolleo es una práctica habitual en el mundo financiero: “Ningún país cancela deuda. Siempre se refinancia. Cancelar una emisión implicaría tener un superávit financiero inmenso”.

El especialista subrayó que el verdadero desafío para Argentina no es el pago de intereses, sino el capital que vence. “Argentina no tendría problemas para pagar intereses; el problema es cómo rollear la deuda que vence”, señaló. Por eso, consideró que esta emisión puede ser el inicio de un proceso gradual: operaciones pequeñas, a distintas tasas y plazos, que vayan reconstruyendo la confianza. “El mercado se te cierra de golpe, pero para volver a entrar es de a poquito, mostrando que podés pagar”, explicó.

Sardans también destacó que, al lograr refinanciar vencimientos, el Gobierno podría redirigir el superávit financiero hacia una baja de impuestos. “Eso haría a la economía más competitiva, con reducción de precios al consumidor y mayor poder adquisitivo”, sostuvo. En ese marco, resaltó que Argentina es hoy uno de los pocos países con superávit financiero y que está haciendo “un esfuerzo inmenso” para cumplir con los compromisos heredados.

Consultado sobre el contexto internacional, el CEO de FDI explicó que la tasa clave para las emisiones en dólares es la del bono del Tesoro estadounidense a diez años, que hoy ronda el 4,13%. “Esa es la referencia para cualquier emisión, tanto de países como de empresas, y es la que incide directamente en los bonos argentinos”, aclaró.

En ese punto, marcó una diferencia importante: mientras el Estado aún paga tasas altas, el sector privado ya logró desengancharse parcialmente del riesgo argentino. “Las empresas están financiándose a tasas menores y a plazos más largos que Argentina”, indicó, y sostuvo que el mercado de deuda corporativa ya muestra señales de normalización.

Sobre el clima financiero y político, Sardans habló del “fenómeno Milei” y su impacto en la percepción externa. “Es un rockstar, todos quieren sacarse fotos con él. Está vendiendo mucho a la Argentina, con su extravagancia y con su ejemplo fiscal”, afirmó. Sin embargo, señaló que esta primera emisión tuvo, más que nada, repercusión en medios internacionales como Reuters o Bloomberg.

Hacia el final, el especialista se refirió a las oportunidades y riesgos para los inversores. Para quienes miran a Argentina desde afuera, consideró que los bonos largos pueden resultar atractivos por su potencial de suba. Para los argentinos, en cambio, fue más cauto: recomendó diversificar. “Argentina puede volver a ser grande, pero tiene un prontuario complicado y una parte de la sociedad que añora gobiernos anteriores. Ojalá este cambio cultural se sostenga”, concluyó.

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EUGENIO SEMINO: «LA MITAD DE LOS EMPLEOS DEL AÑO PASADO FUERON TOMADOS POR JUBILADOS»

EUGENIO SEMINO: «LA MITAD DE LOS EMPLEOS DEL AÑO PASADO FUERON TOMADOS POR JUBILADOS»

 

En Argentina, envejecer se volvió un desafío cada vez más duro. La jubilación mínima pierde poder de compra, los bonos quedaron congelados, la canasta del jubilado sube por encima de la inflación y el acceso a la salud se vuelve más complejo. En este contexto, millones de adultos mayores dependen de un sistema previsional que arrastra problemas estructurales desde hace décadas.

Para entender qué está pasando hoy, cómo viven realmente los jubilados y qué puede esperarse hacia adelante, en El lunes puede esperar conversamos con Eugenio Semino, Defensor de la Tercera Edad y una de las voces más escuchadas en materia previsional.

 En diálogo con Lorena Rodríguez, Semino fue contundente:
“No es solo el rezago respecto del IPC. Los cinco millones de jubilados y pensionados de la mínima vienen perdiendo mes a mes porque el bono está congelado en 70 mil pesos desde marzo de 2024”. Según explicó, esa pérdida erosiona de manera acumulada los ingresos: “La pérdida de 2024 fue de 13 puntos. Este año debe haber sido similar. Uno dice ‘no es tanto’, pero hay que entender que ya perdieron todo”.

El panorama para quienes cobran la mínima es crítico. “Los casi seis millones de jubilados próximos al haber mínimo ya están sometidos al infraconsumo. Hacen peripecias para subsistir”, describió Semino.

La situación se expresa en tres frentes simultáneos: 

    • alimentario,
    • sanitario,
    • habitacional

 Uno de los datos más alarmantes es el rol inesperado que los adultos mayores ocuparon en el mercado laboral reciente: “La mitad de los empleos del 2024 fueron tomados por jubilados. Esto muestra que el problema ya no es un problema de ‘los viejos’, sino de toda la sociedad”, señaló.

El fenómeno genera tensiones adicionales: “Al no generarse nuevos empleos, los jubilados le quitan la posibilidad a los jóvenes. Y para el empleador, el jubilado es barato”.

Semino planteó que están apareciendo problemáticas que no existían décadas atrás. “Hace cuarenta años que hago gerontología y nunca había visto esto. La persona mayor era la que religiosamente pagaba todo a fin de mes. Prefería no comer antes que tener deudas. Hoy el jubilado no puede mantener el inmueble”, dijo.

En materia de salud, el deterioro es igual de severo:
“Hace años venimos denunciando que la persona mayor no puede consumir los medicamentos conforme la prescripción médica. Se deja la medicación de enfermedades asintomáticas. Y en muchos casos, el primer síntoma es el último”.

Sobre el clima político, Semino fue tajante: “Todos los políticos se echan la culpa entre sí. No hay ninguna expresión del sistema político para entrar en un camino de mejoras”.

Consultado sobre la discusión de una reforma previsional, el especialista marcó que se perdió la perspectiva integral:
“Se hablaba de tres reformas: fiscal, previsional y laboral. Hace un tiempo quedó solo la discusión fiscal y laboral. Pero cualquier reforma es hacia el futuro y no va a resolver los problemas de ahora”. Para Semino, tratar la reforma previsional por separado es un error técnico y político: “Es un grotesco discutirla sin vincularla a lo fiscal y lo laboral, que son los sectores de donde proviene el estancamiento previsional”.

El Defensor recordó que los grandes debates internacionales del siglo XXI están atravesados por dos fenómenos.

    • La longevidad: la expectativa de vida crece y la pirámide poblacional envejece a gran velocidad.
    • La irrupción de la inteligencia artificial, que transforma modelos productivos y formas de empleo.

 En ese marco, la Argentina sigue atrasada:
“Lo que llamamos previsión social es en realidad un sistema de programas por edad. Cuando llegás a los 65 años, el Gobierno de turno te da algo que no tiene que ver ni con tu historia laboral ni con tus necesidades”.

Sobre el final, Semino llamó a la reflexión:
“Tenemos que comprender que este es un problema de toda la sociedad y es muy serio. Generan una iatrogenia tal del sistema que cada vez es más difícil recomponerlo”.

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